
Los filmes nos hacen conscientes de nuestros miedos. En la pantalla toma forma el origen de nuestras pesadillas; durante la función la mirada accede a aquello que nos hace sentir vulnerables.
Como espectador de cine de horror somos víctimas o victimarios. Somos solidarios con el débil o con el tipo armado que, con voluntad de hierro, continúa su camino hasta ver rodar la cabeza de aquel cuya carrera es inútil. De esta manera proyectamos agresividades y frustraciones.
El horror en el cine, como en la vida, puede ser real, sobrenatural o paranormal. El origen de las tramas del cine de horror se haya en narraciones tradicionales sobre brujas, vampiros y seres fantásticos; de fábulas, mitos e historias de fantasmas. Asimismo en los libros de terror, cuyo florecimiento inicia en el siglo XVIII en Europa y en el XIX en Estados Unidos. La novela gótica, el melodrama criminal, la obra de Poe y Lovecraft, son otras fuentes de donde se alimenta el horror visto en medio de la oscura sala de cine.
La sociedad también tiene miedo. Los monstruos cinematográficos representan temores, problemas y frustraciones sociales. Momentos críticos en la historia demuestran lo propicios que resultan para producir las mejores cintas del género: la Alemania prenazi, el Japón de la Segunda Postguerra, la Gran Depresión de los Estados Unidos, la Guerra Fría y las décadas de los 60 y 70.
Así pues iniciamos este blog dando la siguiente lista de algunos de los primeros filmes de horror, -indispensables para empezar a entender las reglas género-, de cuyo comentario me iré ocupando en las siguientes entradas.

El Gabinete del Dr. Caligari (Wiene, 1919).

Nosferatu (Murnau, 1922).

que vende el alma al Diablo:
El Estudiante de Praga (Wegener, 1913).

El Gólem (Wegener, 1920).
Aquí algunos filmes
del período clásico:

(Browning, 1931)

(Whale, 1931)
Interesante y con gran estilo...
ResponderEliminargracias por un nuevo blog. =)